Es pura ficción
Empezaba el verano, yo sufría en silencio porque no era feliz. Buscaba la felicidad, una felicidad en la que jamás había vivido y con la que siempre había soñado.
Terminaba el curso y ya nada volvería a ser lo mismo entre nosotros, todos nos iríamos a estudiar fuera, todos nos íbamos a la universidad, dejábamos el colegio, y a nuestros compañeros de clase de toda la vida, era triste pero era así. Ese año había sido muy especial... pero a la vez muy doloroso, habían pasado demasiadas cosas que me habían hecho cambiar, pero ese fue el día, el día que te conocí... hacía muchos años que te conocía es cierto pero ese día te conocí realmente, en la forma que tenías de amar a una persona y resultó que a la persona que amabas en ese momento era a mi. Yo creo que aún me tiemblan las piernas cuando te oigo hablar. Tus besos, tus caricias, tus abrazos, todo lo que me diste aquel día fue maravilloso, me hiciste sentir como jamás en la vida lo habían hecho, pero lamentablemente solo era un sueño y de ese sueño había que despertar, tarde o temprano. Aún ni yo misma sé como lo hiciste pero me hiciste olvidarme de todo, todo lo que surgía a mí alrededor era fatídico. Muchas veces me he preguntado que fue lo que me hiciste, como fue que me enamoraste. A todas esas preguntas aún no las he encontrado ninguna respuesta pero sé que la tienen y espero encontrárselas con el paso del tiempo
Después de un sueño bonito y placentero por supuesto viene una pesadilla y como a todo el mundo nosotros también la vivimos, todo se ponía poco a poco en nuestra contra y se nos escapaba de las manos, a mí querían hundirme, de una forma u otra pero querían hacerlo. Nadie quería que yo estuviera con un chico como tu y mucho menos aguantaban que le dejase a él por ti, era algo que ellos jamás podrán perdonarme, y jamás me perdonarán. Por todo eso fue que yo me fui, me alejé de ti sin querer, pero no quería hacerte sufrir, ahora pienso si tal vez quedándome me hubiera hecho yo mas daño o quizá te lo hubiera hecho a ti, eso jamás podré saberlo, pero yo me lo pregunto, me aparté de ti, no quería pero lo hice, necesitaba pensar, meditar, saber lo que quería para ti y para mi, y tardé tardé dos años pero yo sabía que tu esperarías por mi, estaba segura de que yo te quería y tu a mi también me querías pero, ¿ que podía hacer? Decirle a Andrés qué ya no le quería, qué existía otra persona en mi vida. No podía hacerle eso, el también me quería y estaba enfermo, por eso me fui, si antes decía: me voy, pero ahora he de decir: me escapé. Ahora por fin te puedo dar un montón de explicaciones que te tenía que haber dado antes de haberme ido pero las cosas me salieron así y además antes no sabría habértelas dado, sabes mejor que nadie que todo lo que tenia podía conmigo y estando lejos nadie podría... y así lo hice me fui y volví, pero ahora que he vuelto creo que todo es mucho mas difícil por todas las cosas que tengo que contarte, me han pasado muchas cosas y todas no te las podía contar en una tarde por eso te las voy a contar poco a poco, allí hay mucha gente, de España, de Londres de todos los rincones del mundo, como en todos los países y una chica como yo, conoce a mucha clase de gente y conocí un chico, si te soy sincera no sé por qué lo hice, porque no podía parar de pensar en ti, no salías de mi cabeza, mientras estaba en la universidad pensaba en ti, a todas horas pensaba en ti, todas las horas del día te pertenecía. Yo estaba en Los Angeles pero mi pensamiento estaba seguidamente en España, estaba aquí contigo, no sé como no me di cuenta antes pero es así, necesité dos años, dos largos y angustiosos años para pensar en ti, y en mi y en nosotros, aún recuerdo la primera vez que volví para Navidad, me encontré contigo cuando subí a casa de mi abuela, era inevitable intentar no encontrarme contigo, o con tu hermano o alguno de tu casa, yo iba todos los días a casa de la abuela y tu vivías encima, ; ¿parece un castigo verdad? O ¿en realidad era una bendición? Es como si el destino quisiera que no nos hubiéramos separado y nunca tenía que haber pasado pero ya no hay vuelta atrás, recuerdo esa visita porque cuando te vi no me diste dos simples besos como a cualquier amiga que hace tiempo que no ves, me diste un largo beso en los labios muy cálido de los que se suelen dar en las películas pero esta vez era real, tan real como que volvía a estar a tu lado. Recuerdo tus palabras, me dijiste hola, ¿ qué haces tú aquí, tu abuela me dijo que vivías en Los Angeles?- ahí fue de nuevo cuando me empezaron a temblar las piernas como la primera tarde que pasamos juntos amándonos y besándonos yo te dije- hola, he venido para Navidad pero me iré muy rápidamente, después de año nuevo porque allí comienzan las clases rápido antes que aquí - no sé por qué pero te lo dije de carrerilla y sin coger aire, estaba terriblemente nerviosa, hasta las uñas de los pies me temblaba, no podía controlar mis nervios, pero ahora sé porque no podía controlarlos; te quería, te quiero, y siempre te voy a seguir queriendo por mucho que yo quisiera escárpame, ocultarlo o todas las miles cosas que intentara eso nadie lo podía cambiar. Después de esa conversación que tuvimos ambos propusimos quedar una tarde para tomar algo, antes lo hacíamos muchas tarde, cuando ibas a recogerme a clase de teatro, ¿te acuerdas? Yo si, me acuerdo tanto que puedo cerrar los ojos y vernos reír a los dos en aquella cafetería del centro comercial. Después de verte a ti me encontré a tu madre un día en mi casa, después de llegar de hacer unas compras, la abuela le había dicho que estaba aquí y quería verme... Todo era muy raro, era demasiado difícil volver a verte en mi casa, volver a mi casa, ya todo era extraño para mi, me había acostumbrado a estar allí, a estar sola sin nadie que me resultara conocido desde hacía mas de 4 meses y aquí todo me resultaba extraño, no sabía por qué.
Todo era tan difícil para mi que no sabía como explicártelo, después de esas Navidades pasaron muchas cosas en mi vida, en uno de mis análisis me descubrieron un tumor, y ahí estaba sola, nunca lo había estado pero ahora lo estaba, no podía decírselo a nadie, ni a mis padres ni a mis amigos, ni siquiera tu podías saberlo, nadie podía saberlo; quería que fuera un secreto, un secreto doloroso que yo sola viviría, días después de que me lo hubieran descubierto me operarían y todo saldría correctamente, no quería asustaros y mucho menos a ti, te conocía y sabia que cogerías el primer vuelo para estar a mi lado y por primera vez en la vida quería afrontar yo sola lo que me pasaba, al igual que cuando me separé de tu lado, me viene porque necesitaba estar sola, quería la soledad, la necesita, pero en el momento de la operación me entró el pánico, no sé como fue pero todo salió a la perfección, todo esto pasaba en mayo y en junio yo volvería a tu lado. En los 19 años que tenía jamás me había encontrado tan sola como en aquel hospital, era frío y todo esta blanco, ahora lo veo todo mucho mejor y sé porque me sentía así me faltabas tu, me faltaba la persona que nunca en mi vida se había separado de mi, la persona que había vivido a mi lado los peores momentos de mi vida, y esa persona eras tú
Ahora si que necesitaba estar a tu lado... tan sólo se había cumplido un año de mi beca, pero no soportaba más la lejanía entre nosotros, te quería.
Aún recuerdo mi llegada en julio fue una pasada, en tu casa me sentí como si fuera la mía propia pero la verdad es que tu madre siempre me había tratado como a una hija, yo era su niña, recuerdo que tenia en el salón de tu casa fotos mías, tuyas y de tu hermano de cuando éramos, cada vez que veía esas fotos me ponía a llorar, todo eran recuerdos para mi, recuerdos bonitos, preciosos, era una época en la que siempre estabamos juntos y ahí si que no teníamos porque separarnos éramos los niños más felices del mundo, éramos niños.
Ahora sé que ese verano jamás lo olvidaré, fue tan intenso, todo fue tan bonito, tan especial, era un sueño del que no quería despertar...
Fue todo tan especial que el día que volví a Madrid me preparasteis una fiesta... una fiesta, que para mí era mas que eso, era algo muy especia, no sé como llamarlo pero fue algo precioso se pareció mucho a mi fiesta de los 18 años, ¿recuerdas la fiesta que me organizasteis entre todos en tu casa? Pero sin duda la que más me sorprendió fue tu bienvenida, fuiste a por mí al aeropuerto y nadie sabiais que yo llegaba ese día salvo tu hermano, y él fue tu cómplice, entonces me sorprendió pero ahora se lo agradezco, no sé porque pero mientras viajaba en el avión sentía deseos de verte, necesitaba sentirte cerca de mi, recuerdo que esa noche nos fuimos de copas los dos solos pasamos horas y horas hablando, juntos, escuchando las canciones más bonitas, con más sentimiento, y que mas recuerdos guardan, las mejores canciones que jamás he escuchado, terminamos en mi apartamento haciendo el amor una y mil veces, nos amábamos y los dos lo teníamos demasiado claro pero había una piedra en el camino y era que ninguno de los dos nos decidíamos a dar el paso final que llevaba a estar juntos, podíamos unirnos, podíamos ser una pareja, ser totalmente felices... pero ambos nos negábamos a serlo, ahora me pregunto porqué, yo creo que ninguno de los dos lo sabíamos pero eso no nos importaba o ¿si?
Después de que pasará todo ese verano, de esas tardes en la piscina, las noches en la terraza de abajo tomando cervezas, y las fiestas los fines de semana, ¿ te acuerdas de las fiestas del pueblo de ese año? Fueron la bomba, ¿verdad?
Cuando pasaron esos tres maravillosos meses, yo tuve que volver a Los Angeles. Después de las fiestas del pueblo me empecé a mentalizar de que tendría que volver a la universidad y tu tenías que volver a empezar aquí las clases, me propuse a mi misma la idea de volver a Madrid de quedarme a tu lado para tenerte cerca, pero vi que era imposible, yo no podía quedarme, tenía la beca, y no podía dejarla pero a ti no te ataba nada aquí podías hacer la carrera allí y estaríamos juntos, una noche que no podía dormir me puse a pensar en ello, en si aceptarías o no, si te lo debería decir, pero finalmente decidí no decírtelo, maldita la hora en que tomé esa decisión nunca me arrepentí tanto de algo como de no haberte dicho nada.
Después de todo llegó septiembre a pesar de que nosotros no queríamos pero llegó, y yo tenía que volver, una vez más no me despedí de ti sabes que no soporto las despedidas y no hubiera sobrevivido a esa despedida, era demasiado frágil no lo queríais ver pero yo era una chica frágil y delicada, os necesitaba cerca pero no pude rechazar esa beca, era el principal paso para mi carrera como médico. Durante los meses que yo estuve allí hasta que llegaron las Navidades pasaron muchas cosas, estuve saliendo con un chico durante dos meses, intentaba olvidarme de ti pero jamás lo conseguí, siempre que estaba con él tu rostro se me venía a la mente y me daba por llorar, si supieras lo mucho que daría por que todo fuera mas fácil... ni lo imaginas, es algo que nadie sabe, sólo yo sé lo que es vivir enamorada de alguien que vive a miles de kilómetros y no puedes estar a su lado por no dar el paso, ¿alguna vez has sentido como si te deshicieras por dentro? Pues así me sentí yo muchas veces cuando estaba estudiando en mi habitación veía nuestras fotos del pasado verano y mis ojos se llenaban de lágrimas, no sabía cuanto tiempo duraría ese sufrimiento pero lo que sí sabía es que no dejaría que te escapases, en otras muchas ocasiones te lo había dicho sería capaz de luchar contra viento y marea si mi recompensa era estar a tu lado. En una de las conversaciones que tu y yo tuvimos por teléfono te conté muchas cosas de la carrera, te contaba que estaba muy bien, que era feliz, que me iba genial pero había algo que se me olvidaba decirte cada vez que hablábamos y era que te quería pero eso tu ya lo sabías.
Después de esa tarde de estudio que yo tuve en mi habitación de la residencia de la universidad decidí coger mi teléfono móvil y llamarte, necesitaba escuchar tu preciosa voz, sabía que sería lo que me daría fuerza, estuvimos 2 horas hablando... hablamos de muchas cosas pero sobre todo hablamos de nosotros. Toda la valentía que me había faltado en septiembre para pedirte que te vinieras a vivir conmigo a Los Angeles, la reuní ese día y me armé de valor, no sé si lo entiendes pero te necesitaba cerca y yo sé que tú a mí también, te mentiría si te dijera que no tenía miedo a que me dijeras que no pero tenía que intentarlo. Había algo que tu no sabías, yo días antes había hablado con tu madre y... me había aconsejado que lo hiciera porque estaba realmente mal y aun quedaban 6 meses para que yo pudiera volver a Madrid definitivamente, no sabía si sacrificarías 6 meses de tu vida por estar a mi lado, pero te aseguro que yo si las cosas hubieran estado de otra manera por aquella época, si que lo hubiera hecho, en esa época y en todas las que hubiera hecho falta. De tu boca salió un no, muy rotundo, me empezaste a poner excusas pero yo no insistí, decidí que terminaría ese año de carrera allí y después me matricularía aquí en la universidad, y así lo hice, pero antes llegaron las vacaciones de semana santa, y cuando yo llegué no tenía valor a mirarte a los ojos, creo que tu tampoco te atrevías a mirarme y en parte lo comprendo pero no sé porque no querías estar en mi casa cuando yo estaba, si te soy sincera, fueron las peores vacaciones de mi vida. Deseaba con todas mis fuerzas que llegase el día de tener que irme para no verte y no poder besarte, me sentía impotente.
Los meses que quedaban para que mi beca terminase se me hicieron la mar de cortos, unas semanas antes de que terminase junio tuvimos una conversación bastante dolorosa para ambos, tanto fue el dolor que te presentaste en mi facultad de Los Angeles para pedirme disculpas, yo creo que ese fue el mejor día de todo mi vida, fue el día que me pediste que fuera tu novia, al fin te habías decidido y yo no podía creerlo. A pesar de que quedaban varias semanas para que yo volvería tu aceptaste la lejanía, la distancia que nos separaba eso fue algo que me enorgulleció enormemente y a partir de esos días fui la chica mas feliz de toda la facultad de medicina, te quedaste una semana entera a mi lado, pero luego volverías a Madrid, ya era junio lo cual no me preocupaba porque solo me faltaban 3 semanas para volver y quedarme definitivamente a tu lado, cosa que me causaba una enorme felicidad, era lo mejor que me había pasado en muchos años, por fin era tu novia.
Finalmente llegó julio ya tenía todas las notas, y todos los informes para volver a Madrid, por fin podía matricularme en la facultad que yo quería, era lo mejor... Llegué el día 3 de julio, y tu tenías un examen pero no sabias que llegaba tan pronto, fue una sorpresa para todos, nadie fue a recogerme pero no me importo, porque os vería en unos minutos y no me separaría de vosotros en mucho tiempo, cuando yo llegué a casa lo único que hice fue dejar todas las maletas en mi habitación y dar besos a todos, les pedí a mis padres que mas tardes les contaría todo lo que me preguntasen pero que ahora me iba a buscarte a la universidad, le pedí a mi padre que me dejara el coche y fui a buscarte, no podía llamarte porque me descubrirías y entonces le pedí a tu hermano que lo hiciese por mí, por esa llamada yo supe que tenía media hora para llegar a tu facultad, y darte la sorpresa que te merecías desde hacía bastante tiempo, pero que no había tenido la oportunidad de darte esa sorpresa. Ese día era la persona más feliz del mundo, yo te tenía cerca, era tu novia, y tu estabas a mi lado por siempre jamás.
Tan solo nos faltaba una cosa dar el paso de irnos a vivir juntos pero no faltaría mucho para hacerlo, cuando yo llegué a tu facultad estabas en el césped sentado con tus compañeros de clase y cuando uno de ellos me reconoció te dijo: - mira hacia atrás- tu miraste y yo estaba apoyada en el coche, te levantaste y viniste corriendo hacía a mi, me diste el mayor beso que me han dado en mi vida recogiste tus libros, te subiste en el coche y nos escapamos a la sierra todo el día juntos, fue el día que más tiempo hemos pasado juntos sin nadie a nuestro alrededor, desde ese 3 de julio hasta hoy, no nos hemos separado ni un solo día, yo ahora soy un médico prestigios en el hospital, tu tienes un trabajo que te gusta y juntos somos las dos personas mas felices que existen en este mundo.
Terminaba el curso y ya nada volvería a ser lo mismo entre nosotros, todos nos iríamos a estudiar fuera, todos nos íbamos a la universidad, dejábamos el colegio, y a nuestros compañeros de clase de toda la vida, era triste pero era así. Ese año había sido muy especial... pero a la vez muy doloroso, habían pasado demasiadas cosas que me habían hecho cambiar, pero ese fue el día, el día que te conocí... hacía muchos años que te conocía es cierto pero ese día te conocí realmente, en la forma que tenías de amar a una persona y resultó que a la persona que amabas en ese momento era a mi. Yo creo que aún me tiemblan las piernas cuando te oigo hablar. Tus besos, tus caricias, tus abrazos, todo lo que me diste aquel día fue maravilloso, me hiciste sentir como jamás en la vida lo habían hecho, pero lamentablemente solo era un sueño y de ese sueño había que despertar, tarde o temprano. Aún ni yo misma sé como lo hiciste pero me hiciste olvidarme de todo, todo lo que surgía a mí alrededor era fatídico. Muchas veces me he preguntado que fue lo que me hiciste, como fue que me enamoraste. A todas esas preguntas aún no las he encontrado ninguna respuesta pero sé que la tienen y espero encontrárselas con el paso del tiempo
Después de un sueño bonito y placentero por supuesto viene una pesadilla y como a todo el mundo nosotros también la vivimos, todo se ponía poco a poco en nuestra contra y se nos escapaba de las manos, a mí querían hundirme, de una forma u otra pero querían hacerlo. Nadie quería que yo estuviera con un chico como tu y mucho menos aguantaban que le dejase a él por ti, era algo que ellos jamás podrán perdonarme, y jamás me perdonarán. Por todo eso fue que yo me fui, me alejé de ti sin querer, pero no quería hacerte sufrir, ahora pienso si tal vez quedándome me hubiera hecho yo mas daño o quizá te lo hubiera hecho a ti, eso jamás podré saberlo, pero yo me lo pregunto, me aparté de ti, no quería pero lo hice, necesitaba pensar, meditar, saber lo que quería para ti y para mi, y tardé tardé dos años pero yo sabía que tu esperarías por mi, estaba segura de que yo te quería y tu a mi también me querías pero, ¿ que podía hacer? Decirle a Andrés qué ya no le quería, qué existía otra persona en mi vida. No podía hacerle eso, el también me quería y estaba enfermo, por eso me fui, si antes decía: me voy, pero ahora he de decir: me escapé. Ahora por fin te puedo dar un montón de explicaciones que te tenía que haber dado antes de haberme ido pero las cosas me salieron así y además antes no sabría habértelas dado, sabes mejor que nadie que todo lo que tenia podía conmigo y estando lejos nadie podría... y así lo hice me fui y volví, pero ahora que he vuelto creo que todo es mucho mas difícil por todas las cosas que tengo que contarte, me han pasado muchas cosas y todas no te las podía contar en una tarde por eso te las voy a contar poco a poco, allí hay mucha gente, de España, de Londres de todos los rincones del mundo, como en todos los países y una chica como yo, conoce a mucha clase de gente y conocí un chico, si te soy sincera no sé por qué lo hice, porque no podía parar de pensar en ti, no salías de mi cabeza, mientras estaba en la universidad pensaba en ti, a todas horas pensaba en ti, todas las horas del día te pertenecía. Yo estaba en Los Angeles pero mi pensamiento estaba seguidamente en España, estaba aquí contigo, no sé como no me di cuenta antes pero es así, necesité dos años, dos largos y angustiosos años para pensar en ti, y en mi y en nosotros, aún recuerdo la primera vez que volví para Navidad, me encontré contigo cuando subí a casa de mi abuela, era inevitable intentar no encontrarme contigo, o con tu hermano o alguno de tu casa, yo iba todos los días a casa de la abuela y tu vivías encima, ; ¿parece un castigo verdad? O ¿en realidad era una bendición? Es como si el destino quisiera que no nos hubiéramos separado y nunca tenía que haber pasado pero ya no hay vuelta atrás, recuerdo esa visita porque cuando te vi no me diste dos simples besos como a cualquier amiga que hace tiempo que no ves, me diste un largo beso en los labios muy cálido de los que se suelen dar en las películas pero esta vez era real, tan real como que volvía a estar a tu lado. Recuerdo tus palabras, me dijiste hola, ¿ qué haces tú aquí, tu abuela me dijo que vivías en Los Angeles?- ahí fue de nuevo cuando me empezaron a temblar las piernas como la primera tarde que pasamos juntos amándonos y besándonos yo te dije- hola, he venido para Navidad pero me iré muy rápidamente, después de año nuevo porque allí comienzan las clases rápido antes que aquí - no sé por qué pero te lo dije de carrerilla y sin coger aire, estaba terriblemente nerviosa, hasta las uñas de los pies me temblaba, no podía controlar mis nervios, pero ahora sé porque no podía controlarlos; te quería, te quiero, y siempre te voy a seguir queriendo por mucho que yo quisiera escárpame, ocultarlo o todas las miles cosas que intentara eso nadie lo podía cambiar. Después de esa conversación que tuvimos ambos propusimos quedar una tarde para tomar algo, antes lo hacíamos muchas tarde, cuando ibas a recogerme a clase de teatro, ¿te acuerdas? Yo si, me acuerdo tanto que puedo cerrar los ojos y vernos reír a los dos en aquella cafetería del centro comercial. Después de verte a ti me encontré a tu madre un día en mi casa, después de llegar de hacer unas compras, la abuela le había dicho que estaba aquí y quería verme... Todo era muy raro, era demasiado difícil volver a verte en mi casa, volver a mi casa, ya todo era extraño para mi, me había acostumbrado a estar allí, a estar sola sin nadie que me resultara conocido desde hacía mas de 4 meses y aquí todo me resultaba extraño, no sabía por qué.
Todo era tan difícil para mi que no sabía como explicártelo, después de esas Navidades pasaron muchas cosas en mi vida, en uno de mis análisis me descubrieron un tumor, y ahí estaba sola, nunca lo había estado pero ahora lo estaba, no podía decírselo a nadie, ni a mis padres ni a mis amigos, ni siquiera tu podías saberlo, nadie podía saberlo; quería que fuera un secreto, un secreto doloroso que yo sola viviría, días después de que me lo hubieran descubierto me operarían y todo saldría correctamente, no quería asustaros y mucho menos a ti, te conocía y sabia que cogerías el primer vuelo para estar a mi lado y por primera vez en la vida quería afrontar yo sola lo que me pasaba, al igual que cuando me separé de tu lado, me viene porque necesitaba estar sola, quería la soledad, la necesita, pero en el momento de la operación me entró el pánico, no sé como fue pero todo salió a la perfección, todo esto pasaba en mayo y en junio yo volvería a tu lado. En los 19 años que tenía jamás me había encontrado tan sola como en aquel hospital, era frío y todo esta blanco, ahora lo veo todo mucho mejor y sé porque me sentía así me faltabas tu, me faltaba la persona que nunca en mi vida se había separado de mi, la persona que había vivido a mi lado los peores momentos de mi vida, y esa persona eras tú
Ahora si que necesitaba estar a tu lado... tan sólo se había cumplido un año de mi beca, pero no soportaba más la lejanía entre nosotros, te quería.
Aún recuerdo mi llegada en julio fue una pasada, en tu casa me sentí como si fuera la mía propia pero la verdad es que tu madre siempre me había tratado como a una hija, yo era su niña, recuerdo que tenia en el salón de tu casa fotos mías, tuyas y de tu hermano de cuando éramos, cada vez que veía esas fotos me ponía a llorar, todo eran recuerdos para mi, recuerdos bonitos, preciosos, era una época en la que siempre estabamos juntos y ahí si que no teníamos porque separarnos éramos los niños más felices del mundo, éramos niños.
Ahora sé que ese verano jamás lo olvidaré, fue tan intenso, todo fue tan bonito, tan especial, era un sueño del que no quería despertar...
Fue todo tan especial que el día que volví a Madrid me preparasteis una fiesta... una fiesta, que para mí era mas que eso, era algo muy especia, no sé como llamarlo pero fue algo precioso se pareció mucho a mi fiesta de los 18 años, ¿recuerdas la fiesta que me organizasteis entre todos en tu casa? Pero sin duda la que más me sorprendió fue tu bienvenida, fuiste a por mí al aeropuerto y nadie sabiais que yo llegaba ese día salvo tu hermano, y él fue tu cómplice, entonces me sorprendió pero ahora se lo agradezco, no sé porque pero mientras viajaba en el avión sentía deseos de verte, necesitaba sentirte cerca de mi, recuerdo que esa noche nos fuimos de copas los dos solos pasamos horas y horas hablando, juntos, escuchando las canciones más bonitas, con más sentimiento, y que mas recuerdos guardan, las mejores canciones que jamás he escuchado, terminamos en mi apartamento haciendo el amor una y mil veces, nos amábamos y los dos lo teníamos demasiado claro pero había una piedra en el camino y era que ninguno de los dos nos decidíamos a dar el paso final que llevaba a estar juntos, podíamos unirnos, podíamos ser una pareja, ser totalmente felices... pero ambos nos negábamos a serlo, ahora me pregunto porqué, yo creo que ninguno de los dos lo sabíamos pero eso no nos importaba o ¿si?
Después de que pasará todo ese verano, de esas tardes en la piscina, las noches en la terraza de abajo tomando cervezas, y las fiestas los fines de semana, ¿ te acuerdas de las fiestas del pueblo de ese año? Fueron la bomba, ¿verdad?
Cuando pasaron esos tres maravillosos meses, yo tuve que volver a Los Angeles. Después de las fiestas del pueblo me empecé a mentalizar de que tendría que volver a la universidad y tu tenías que volver a empezar aquí las clases, me propuse a mi misma la idea de volver a Madrid de quedarme a tu lado para tenerte cerca, pero vi que era imposible, yo no podía quedarme, tenía la beca, y no podía dejarla pero a ti no te ataba nada aquí podías hacer la carrera allí y estaríamos juntos, una noche que no podía dormir me puse a pensar en ello, en si aceptarías o no, si te lo debería decir, pero finalmente decidí no decírtelo, maldita la hora en que tomé esa decisión nunca me arrepentí tanto de algo como de no haberte dicho nada.
Después de todo llegó septiembre a pesar de que nosotros no queríamos pero llegó, y yo tenía que volver, una vez más no me despedí de ti sabes que no soporto las despedidas y no hubiera sobrevivido a esa despedida, era demasiado frágil no lo queríais ver pero yo era una chica frágil y delicada, os necesitaba cerca pero no pude rechazar esa beca, era el principal paso para mi carrera como médico. Durante los meses que yo estuve allí hasta que llegaron las Navidades pasaron muchas cosas, estuve saliendo con un chico durante dos meses, intentaba olvidarme de ti pero jamás lo conseguí, siempre que estaba con él tu rostro se me venía a la mente y me daba por llorar, si supieras lo mucho que daría por que todo fuera mas fácil... ni lo imaginas, es algo que nadie sabe, sólo yo sé lo que es vivir enamorada de alguien que vive a miles de kilómetros y no puedes estar a su lado por no dar el paso, ¿alguna vez has sentido como si te deshicieras por dentro? Pues así me sentí yo muchas veces cuando estaba estudiando en mi habitación veía nuestras fotos del pasado verano y mis ojos se llenaban de lágrimas, no sabía cuanto tiempo duraría ese sufrimiento pero lo que sí sabía es que no dejaría que te escapases, en otras muchas ocasiones te lo había dicho sería capaz de luchar contra viento y marea si mi recompensa era estar a tu lado. En una de las conversaciones que tu y yo tuvimos por teléfono te conté muchas cosas de la carrera, te contaba que estaba muy bien, que era feliz, que me iba genial pero había algo que se me olvidaba decirte cada vez que hablábamos y era que te quería pero eso tu ya lo sabías.
Después de esa tarde de estudio que yo tuve en mi habitación de la residencia de la universidad decidí coger mi teléfono móvil y llamarte, necesitaba escuchar tu preciosa voz, sabía que sería lo que me daría fuerza, estuvimos 2 horas hablando... hablamos de muchas cosas pero sobre todo hablamos de nosotros. Toda la valentía que me había faltado en septiembre para pedirte que te vinieras a vivir conmigo a Los Angeles, la reuní ese día y me armé de valor, no sé si lo entiendes pero te necesitaba cerca y yo sé que tú a mí también, te mentiría si te dijera que no tenía miedo a que me dijeras que no pero tenía que intentarlo. Había algo que tu no sabías, yo días antes había hablado con tu madre y... me había aconsejado que lo hiciera porque estaba realmente mal y aun quedaban 6 meses para que yo pudiera volver a Madrid definitivamente, no sabía si sacrificarías 6 meses de tu vida por estar a mi lado, pero te aseguro que yo si las cosas hubieran estado de otra manera por aquella época, si que lo hubiera hecho, en esa época y en todas las que hubiera hecho falta. De tu boca salió un no, muy rotundo, me empezaste a poner excusas pero yo no insistí, decidí que terminaría ese año de carrera allí y después me matricularía aquí en la universidad, y así lo hice, pero antes llegaron las vacaciones de semana santa, y cuando yo llegué no tenía valor a mirarte a los ojos, creo que tu tampoco te atrevías a mirarme y en parte lo comprendo pero no sé porque no querías estar en mi casa cuando yo estaba, si te soy sincera, fueron las peores vacaciones de mi vida. Deseaba con todas mis fuerzas que llegase el día de tener que irme para no verte y no poder besarte, me sentía impotente.
Los meses que quedaban para que mi beca terminase se me hicieron la mar de cortos, unas semanas antes de que terminase junio tuvimos una conversación bastante dolorosa para ambos, tanto fue el dolor que te presentaste en mi facultad de Los Angeles para pedirme disculpas, yo creo que ese fue el mejor día de todo mi vida, fue el día que me pediste que fuera tu novia, al fin te habías decidido y yo no podía creerlo. A pesar de que quedaban varias semanas para que yo volvería tu aceptaste la lejanía, la distancia que nos separaba eso fue algo que me enorgulleció enormemente y a partir de esos días fui la chica mas feliz de toda la facultad de medicina, te quedaste una semana entera a mi lado, pero luego volverías a Madrid, ya era junio lo cual no me preocupaba porque solo me faltaban 3 semanas para volver y quedarme definitivamente a tu lado, cosa que me causaba una enorme felicidad, era lo mejor que me había pasado en muchos años, por fin era tu novia.
Finalmente llegó julio ya tenía todas las notas, y todos los informes para volver a Madrid, por fin podía matricularme en la facultad que yo quería, era lo mejor... Llegué el día 3 de julio, y tu tenías un examen pero no sabias que llegaba tan pronto, fue una sorpresa para todos, nadie fue a recogerme pero no me importo, porque os vería en unos minutos y no me separaría de vosotros en mucho tiempo, cuando yo llegué a casa lo único que hice fue dejar todas las maletas en mi habitación y dar besos a todos, les pedí a mis padres que mas tardes les contaría todo lo que me preguntasen pero que ahora me iba a buscarte a la universidad, le pedí a mi padre que me dejara el coche y fui a buscarte, no podía llamarte porque me descubrirías y entonces le pedí a tu hermano que lo hiciese por mí, por esa llamada yo supe que tenía media hora para llegar a tu facultad, y darte la sorpresa que te merecías desde hacía bastante tiempo, pero que no había tenido la oportunidad de darte esa sorpresa. Ese día era la persona más feliz del mundo, yo te tenía cerca, era tu novia, y tu estabas a mi lado por siempre jamás.
Tan solo nos faltaba una cosa dar el paso de irnos a vivir juntos pero no faltaría mucho para hacerlo, cuando yo llegué a tu facultad estabas en el césped sentado con tus compañeros de clase y cuando uno de ellos me reconoció te dijo: - mira hacia atrás- tu miraste y yo estaba apoyada en el coche, te levantaste y viniste corriendo hacía a mi, me diste el mayor beso que me han dado en mi vida recogiste tus libros, te subiste en el coche y nos escapamos a la sierra todo el día juntos, fue el día que más tiempo hemos pasado juntos sin nadie a nuestro alrededor, desde ese 3 de julio hasta hoy, no nos hemos separado ni un solo día, yo ahora soy un médico prestigios en el hospital, tu tienes un trabajo que te gusta y juntos somos las dos personas mas felices que existen en este mundo.
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